AL CONDENA
La cárcel me abrumó, pero era el unico destino para alguien como yo.
Durante los cuatro años que fui el responsable de aquél grupo de represión
secuestramos y matamos a unas 1500 personas. Simplemente era mi trabajo y durante el
tiempo que duro, lo asimilé.
¡DIOS! Cadena perpetua, el tiempo pasa tan lento aqui... cada segundo es una
eternidad.
Cuando perdimos la guerra, durante algun tiempo logré escapar, si se puede llamar
escapar a las pesadillas que, como una pesada losa, caían sobre mi cada noche.
Pero una de esas noches fui detenido, poco después juzgado... cadena perpetua, esa
fue la condena, y el tiempo pasa tan lento aqui... las agujas del segundero parecen
querer quedar en el segundo anterior con fuerza. ¡Dios, que condena!
No puedo dejar de pensar en los seres humanos que maté, su sangre,, sus visceras,
pero sobre todo sus expresiones. Parece increíble pero recuerdo cada una de esas
caras, cada vez que cierro los ojos veo la tierra de las palas cayendo sobre sus
caras, veo como cae sobre sus ojos abiertos e, instintivamente, lloro.
La pena y la culpa me invaden, el dolor de cabeza es constante, el tumor no es
operable, eso si, han conseguido que se mantenga estable...
-No te matará - me dijeron - el dolor será constante durante toda tu
vida, que, te recuerdo, pasará en prisión.
Cuando me dijo eso, el doctor tenia una fría sonrisa en la cara que decía claramente
"jódete asesino".
¡Dios! Cadena perpetua. Cada segundo es una trampa mortal de culpabilidad, no puedo
dejar de llorar, el dolor es insoportable, añoro la libertad, el sol, el viento en la
cara, el mar...
Maldita prision gris que me oprime el cerebro.
Mi mente es mi maldita prisión de culpabilidad, los barrotes de mi celda una mera
formalidad, la prisión será mi unica vida y hoy es mi primer dia de condena.
diumenge, 27 de febrer del 2011
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MUY BUENO SI SEÑOR: Y...."...Maldita prision gris que me oprime el cerebro".GRACIAS
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